Chic@s, es posible que en estos meses pre-exámenes finales os encontréis en la tesitura de no saber muy bien por dónde dirigir vuestros estudios. Tendréis que sopesar en un lado de la balanza qué deseáis realmente ser/hacer en vuestra vida y, en el otro, qué es lo que os proporcionará trabajo casi seguro y que os dé para vivir en los tiempos que corren. Si optáis por esto último, no seáis tontos y pensad en la posibilidad de estudiar psicología o psiquiatría.
Porque algo que he advertido últimamente es que hoy, al mínimo "problema" que otros observen en cualquiera, le aconsejan ir (o directamente envían) al psicólogo echando leches. Porque la gente piensa que los psicólogos son dioses-arregla-todo, aunque en realidad somos nosotros mismos con nuestro propio esfuerzo los únicos capaces de arreglar lo desarreglado. Bueno y, cuando digo "al psicólogo" digo también "al psiquiatra" para ser convenientemente empastillado, ya de paso. Así que se me ocurre que otra de las profesiones más demandadas podría ser la de farmacéutico o la de currante en un laboratorio.
Y es que los tiempos han cambiado un montón. Antes se "arreglaban" muchas cabezas charlando y desahogándose con cualquier familiar, amigo o vecino, y todo el mundo te daba consejos que a lo mejor ni servían porque se contradecían unos y otros, así que al final no sabías muy bien por dónde tirar, pero te sentías superbien por haber sido escuchado por alguien, que no es poco.
Antes el ritmo de vida no era como el de ahora, se vivía y se hacía como buenamente se podía, sin tanto estrés ni tanta presión, se solía aplicar aquello de que "en todas las casas (y azoteas) cuecen habas", y todo el mundo hacía y dejaba hacer mientras nadie saliera gravemente perjudicado. Y la vida continuaba, a pesar de todo.
Hoy, como no sigas las directrices normales establecidas y, debido a eso, haya goteras en tu vida (o en tu cerebro) a la primera de cambio te tachan de "loco", y quienes no alcanzan la etiqueta de calidad mental óptima han de ser reencauzados y reconvertidos en ciudadanos de pensamientos (y quehaceres, dicho sea de paso) perfectos. Como el resto de perfectos ciudadanos del mundo.
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Ahora cuestionando la psicología y la psiquiatría? jajajja Estoy de acuerdo contigo *L*, el médico, en algunas especialidades, y los medicamentos están sobrevalorados.
ResponderEliminarSuscribo, también, que la soledad, la incomprensión y el aislamiento de los "tiempos modernos" enferma a las personas y que las "píldoras de comunicación" pueden ser un excelente remedio en muchísimos casos.
Aceptarse y quererse, como nos recuerdas en tu blog a menudo, es otra indispensable actitud a tener en cuenta para vivir sin miedo, y sin miedo se vive mejor.
Besossss be*L*lísima. jajajaj Y un millón de gracias.
Pd. El vídeo es para verlo enterito y con mucha atención.
Ah, no he podido ver el vídeo tubechopeado, he tenido que ir al original pinchando en "youtube".
ResponderEliminar+ besos.
Hay veces que lo mejor es desahogarse. Hablar y por supuesto que te sepan escuchar. Que es un sicologo sino eso,alguien que escucha y aconseja. Pero pata eso yo si es posible prefiero un buen amigo-a. De los siquiatras paso, solo saben dar pastillas.
ResponderEliminarBesos.
En el fondo, todos estamos "chalaos", y, seguro, todos tenemos deficiencias: tu, yo, y el que se crea más "perfecto" (o eso me digo a mi mismo para conservar un poco de auto-estima), ya tu sabes
ResponderEliminarFelicitaciones mi amiga por su bello trabajo. Saludos de Brasil.
ResponderEliminarEl tema es mucho mas complicado que todo eso, cierto que la salud, no solo la mental, depende muy mucho de nosotros mismos y de nuestra aptitud, pero los profesionales son necesarios, aunque solo sea para encauzar esas energías y ayudarnos a usarlas. Besotes.
ResponderEliminar:)
ResponderEliminarun beso de una marciana