INJUSTICIA
Habían pedido permiso previo a sus padres, y ellos consintieron:
—Sí, podéis llamar a los vecinos para jugar.
De ahí que no entendieran que les castigaran, tras pulsar varias veces todos los timbres del portero automático y salir corriendo.
*L*
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Hola.Voy a seguir tu blog porque me parece ingenioso y sobrio.
ResponderEliminarEste microrrelato es una muestra.El doble sentido de la frase que incita al juego, es, en sí misma, un relato.
Saludos.
¡Muchas gracias, Fanny! :)
EliminarBesos de bienvenida.
Así que era un juego...
ResponderEliminarPues le quito el castigo y llame a casa de sus padres a las 2 de la mañana