Ayer mi hija mayor, que es adoptada, me comentó que un amiguito del cole le había dicho que le ayudaría a buscar a su mamá biológica.
Eso me entristeció porque, a pesar de que le he explicado hasta la saciedad que es imposible, parece que aún conserva la esperanza de encontrarla.
Y yo no sé qué más hacer para que me crea, para que no insista. Supongo que nada...
Hace unos años escribí un relato que no tiene que ver con la realidad, pues la historia (que es un poco fuerte — aviso) es fruto de mi imaginación. Sin embargo, sí que estoy convencida de que, tanto la sensación final de la protagonista del relato como el final de la primera de las postdatas con las que lo acompañé, son posibilidades muy altas de acercarse a la realidad de su "mamá de tripa".
Para el relato, que ya publiqué en su día en mi otro blog (CLICK), se nos pedía que usáramos 5 palabras en concreto. A continuación os muestro prácticamente tal y como quedó el post.
________ Jueves de Relato_________
Bailar❊Amar❊Ver❊Soñar❊Morir
***NOTA PRE-RELATO:
He escrito este relato llorando a moco tendido.
La doble dedicatoria post-relato tiene mucho que ver con ello.
La doble dedicatoria post-relato tiene mucho que ver con ello.
Van en color fucsia los verbos que se nos pide que utilicemos.
No podía pagar la multa que le pondrían si se enteraban. Justo había pasado la cuarentena. Ya no corría peligro de desangrarse. Eso es lo que pensaba mientras él la llevaba hacia un callejón oscuro. Comenzó a sobarla sin miramientos. Ella apartó el rostro tras recibir el primer lametazo de su hedionda lengua. Con sus rudas manos la giró con violencia colocándola cara a la pared, levantó su falda y tiró hacia abajo de sus bragas. Se desabrochó el pantalón con el ansia de un animal en celo y la penetró con fuerza. Cuando terminó, sacó de su bolsillo unos cuantos yuanes y los arrojó al suelo mientras la llamaba "puta". Ella no se dio la vuelta para mirarle. Tan sólo se agachó avergonzada para recoger el dinero, se acomodó la ropa con rapidez y se fue corriendo a casa, donde le esperaban sus mellizos: un niño y una niña. Sin pausa, cogió una esponja, un pañal, tomó en brazos a su pequeña y volvió a salir por la puerta. Se detuvo en la tienda donde había visto aquel trajecito de algodón color amarillo y lo compró con el dinero le había dado aquel hombre. Después se dirigó hacia el camino que llevaba hasta el enorme edificio de telecomunicaciones. Había pasado por allí otras veces. Sabía que era un lugar transitado y que alguien la vería y se la llevaría. No quería dejarla -como a veces dejaban a otras- abandonada completamente desnuda dentro de una caja en algún lugar apartado. Ella estaría bonita, abrigada, y alguien la encontraría y se la llevaría consigo, sí. El color de aquella ropa atraería a algún transeúnte. Se sentó en el suelo, sacó uno de sus pechos y se lo ofreció a la niña. Cuando vio que se había saciado, la colocó junto a su hombro para que expulsara los aires y después la cambió. Estaba preciosa. Antes de despedirse de su hija comiéndosela a besos, la volvió a coger, se puso en pie, la abrazó con suavidad y comenzó a bailar con ella al tiempo que le cantaba la canción del Ma Ma Hao. No podía parar de llorar pensando en que iba a morir sin volver a verla, a tocarla, a olerla... Que sólo podría soñar con su carita. Y que no iba a dejar de llevarla en su corazón ni de amarla nunca. Nunca...
***A mi hija mayor,
a quien encontraron en un camino
en dirección al edificio de una compañía de telefonía china,
en dirección al edificio de una compañía de telefonía china,
vestida con un conjunto de algodón amarillo
(símbolo de buena suerte, según me dijeron)
cuando apenas tendría mes y medio,
según el cálculo de la curación de su ombligo.
Eso es lo que ponía en su "finding ad",
que es un anuncio que publicaron en el periódico
para que, si alguien la reconocía,
tuviera la oportunidad de reclamarla.
tuviera la oportunidad de reclamarla.
"Nadie lo hizo, hija, y yo me convertí en tu mamá
el día en que nos encontramos y me adoptaste
tocándome la cara con tu manita.
Se me rompe el alma cada vez que me preguntas
por tu mamá de tripa. Es imposible que la encontremos,
ni que conozcamos los motivos por los que lo hizo.
Pero seguro que te recuerda,
y que te echa de menos,
y que te quiere mucho".
***A su mamá biológica:
GRACIAS!!!
Lo haré lo mejor que pueda,
como vengo haciéndolo hasta ahora,
y la querré siempre. No lo dudes.
Es muy guapa, muy lista y muy buena.
Estarías orgullosa de ella. Seguro.
╚> Enlace directo: http://www.youtube.com/watch?v=e7ethcaCEG4
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Es preciosa la historia, la he leído conteniéndome las lágrimas. Sigue haciéndolo como hasta ahora, seguro que lo estás haciendo muy bien, Algún día tu hija lo entenderá.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Hola, guapa...aunque llevo un tiempo apartado de los blogs no podía dejar de pasarme por aquí, sobre todo para darte un gran abrazo porque aun sabiendo de tu valentía y fuerza interior a veces en el abrazo encuentra uno/a consuelo para casi todo...Haz lo que esté de tu mano y el resto déjalo para todo aquello que no puedas controlar...tienes un corazón grande, ya lo sé....Quédate con eso, que seguro que tu niña grande sabrá entenrder lo demás..
ResponderEliminarUn besito, cuídate mucho, vale..?? :)
Un abrazo.
ResponderEliminarDar sin esperar nada a cambio, entregar parte de tu vida, volcarse a los demás, ayudar a los que lo necesitan, dar consuelo a los que sufren, eso es generosidad. Y no es un valor pasado de moda. La generosidad es la llave que abre la puerta de la amistad, es una semilla que siembra el amor, y puede ser la luz que nos saque del oscurantismo materialista dentro del cual, muchos de nosotros estamos viviendo en la más negra de las ignorancias. Y tú, querida amiga, eres la imagen viva de la generosidad.
ResponderEliminarTu hija comprenderá, cuando llegue el momento, de la gran suerte que ha tenido con su madre. Una madre que la adora y que lucha por ella, y que lucha de verdad contra la vida que es áspera con todos los que son buenas personas. Eres un ser adorable. Eres la belleza por fuera y la belleza por dentro. Eres como el cielo, como el mar, como el bosque, eres natural y maravillosa a la vez, eres aquello que todo el mundo querría tener cerca. Y eres su madre, qué más puede necesitar una hija.
Jo *L*, estoy aguantándome las lágrimas.Qué historia tan bonita, y no me refiero a la que es fruto de tu imaginación, que está muy bien, sino a la real. Estoy seguro de que seréis muy felices y que tu hija acabará por comprender lo que es mejor para las dos. Un beso fuerte!!!
ResponderEliminarBuuufff CHARO! qué historia, un beso enooorme preciosa!
ResponderEliminarTu hija es una niña, la curiosidad es inevitable, no pasa nada porque quiera saber... Te tiene a ti, eso es lo que importa y eso... lo sabe.
Muaaaakks!! bonita
Un abrazo enorme.
ResponderEliminarPrecioso
ResponderEliminarMi reconocimiento
Hay mucha tristeza encerrada , también hay ilusión y amor.
ResponderEliminarBesos.
Jo....
ResponderEliminarEs una niña aún.
Venga, ánimo.
Tiene mucha suerte de tenerte.
El deseo de conocer a la mamá biológica es inevitable, lo que no quiere decir que a ti no te quiera, te quiere y mucho, pero su pequeño corazón necesita respuestas, entender porque la abandonaron, ten paciencia y mucho amor, nada mas.
ResponderEliminarEl relato muy bueno, pudo ser así. Bss