Contigo hasta el final ❤❤❤❤❤

(En la clínica veterinaria)

Ella es Missy.

La primera vez que la vimos mi hija mayor y yo fue a finales del año pasado, a través de la cristalera de una clínica veterinaria. Ella retozaba sobre el mostrador. Nos sorprendió que anduviera suelta por allí. Decidimos entrar para acariciarla un rato. No hubo rechazo por su parte, sino todo lo contrario. Y así fue como nos adoptó. :)

Missy tiene su historia. El veterinario me comentó que la clínica era su casa porque unos años atrás la llevaron allí por problemas de salud y que le dieron la orden de eutanasiar. Sin embargo, él no quiso. Sabía que iba a salir adelante y se la quedó. :)))

(La primera foto que le hice en casa)

Algún tipo de confianza le daríamos mi hija y yo a Javier (el veterinario) para que, después de acariciar y hablar a la gata durante un buen tiempo, me animara a llevármela. Yo le comenté que tengo otros dos hijos más, y que el pequeño es muy movido y podía asustarla y causarle estrés. Convenimos finalmente en que me lo pensaría, pues tener una mascota es una responsabilidad muy grande, y quería comprobar antes a ver cómo se aceptaban la gata, mi hija mediana y el pequeño. Dos días después, Missy pasó a formar parte de nuestra familia. 

¿Habéis visto los cinco corazoncitos del título? Pues todos esos somos por aquí, contándola a ella, por supuesto. =^.^=  La otra parte del título es algo que procuraré que se haga realidad, y así se lo transmitiré a la gata cada día en mi (extraño para ella) lenguaje humano, y también con caricias y todos los cuidados que sean necesarios. 

A nuestra pequeña de ojos enormes le acaban de encontrar un tumor en una mama :( y, según el veterinario, dada su avanzada edad (11 años) es preferible no operar, salvo que el bulto se haga muy grande, supure, o el empeoramiento sea evidente (por metástasis).

El resto de la historia de Missy, su futura historia, es incierta. Pero lo que es seguro es que estará con nosotros hasta el final. A mí no se me ocurriría eutanasiarla, salvo que supiera que está sufriendo y que ya no hay nada que hacer. No es el caso. 

Ella puede seguir haciendo vida normal. Yo iré observando la evolución del bulto, y la llevaré al veterinario si veo algo raro. Por lo demás, por aquí la mimaremos tanto como hasta ahora, se acurrucará -como siempre- en alguno de nuestros regazos cuando estemos en el sofá y por las noches continuará durmiendo conmigo, o sobre mí (es una brujilla; hay días que se sube encima y, ¡ale!, a darme calorcito mientras duermo... ^_^ ).

¡¡¡TE QUEREMOS MUCHO, MISSY, 

COSITA GUAPA!!! ❤

Hoy cierro los ojos y concentro todos mis deseos en que sea mucho el tiempo que podamos disfrutar de tu compañía.

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