DECEPCIÓN
Dos jarras, un cenicero, tres figuritas de la estantería, los vasos, las copas, los cristales de las ventanas de la casa y de la escalera, el del portal, el del tragaluz del desván, los del coche y los de tres escaparates que encontró en su camino. Todos los rompió, tal y como se indicaba. Y ni con eso se resolvió su emergencia.
*L*
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Jeje a veces hay que romper solo una cosa,pero de manera definitiva
ResponderEliminarEs que las soluciones fáciles, no suelen ser soluciones.
ResponderEliminarUn beso