Yo me lo guiso, yo me lo como

Hay platos que me resultan muy sencillos de cocinar. Por ejemplo, los típicos guisos de legumbres. Con esto de que hay que aprovechar el tiempo a toda costa, desde siempre me he acostumbrado a cocinarlos con olla express. Es rápido y efectivo.

No sé si os habrá ocurrido pero, en ocasiones, la junta de goma que sirve de unión de la tapa con la propia olla se deforma de tal modo que no es posible el cierre total de la misma. Eso, afortunadamente, tiene solución. Se compra otra goma, se cambia y listo.

Siempre que cocino con olla express me acuerdo de aquella vez (siendo yo una cría) en que una de mis tías la utilizó para hacer un guiso de garbanzos. Puso la olla al fuego y se fue a hacer las tareas domésticas. No sabe exactamente qué es lo que sucedió, si bien la tapa estaría mal cerrada o si a lo mejor tuvo la olla demasiado tiempo a fuego rápido, cuando de todos es sabido que en cuanto se pone a pitar hay que ponerla a fuego lento. Lo que sí recuerda es que la válvula estuvo pitando durante un buen rato y, justo después, oyó una explosión. La tapa había volado por los aires y absolutamente todos los garbanzos acabaron pegados en el techo de la cocina. Menudo susto!!!

A veces me acuerdo de los potajes de mi abuela. Ella no llegó a conocer el funcionamiento de las ollas express. A ella le gustaba usar olla de barro, sin tapa, y cocinaba la mayoría de las veces a fuego lento, cosa que daba a los guisos otro sabor.

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