Es hora de escapar...

Hora de escapar
de las garras de un nombre...
No, esto no es un juego,
esto sólo es el principio.
No creo en el destino
pero, en conclusión, es hora de pagar.
Tú sabes que lo tienes próximo...

¡Esto es guerra!



No importa cuántas veces me dijiste que querías marcharte.
No importa cuántos alientos tomes, si sigues sin poder respirar.
No importa cuántas noches has mentido despierta
con el sonido de la lluvia envenenada.

¿A dónde fuiste?

Conforme pasan los días las noches van ardiendo...


Díme qué destruirías para salvar una vida.
Díme qué destruirías para demostrar que tienes razón.
Choca, estréllate...
Quema, deja todo ardiendo...
Este huracán nos persigue por nuestro interior.

No importa cuántas muertes yo muera.
Nunca lo olvidaré.
No importa cuántas vidas yo viva.
Nunca me lamentaré.
Hay un fuego dentro de este corazón
y un disturbio a punto de estallar en llamas.

¿Dónde está tu dios?



¿Tú realmente quieres?
¿Tú realmente me quieres?
¿Tú realmente me quieres muerto,
o vivo para torturarme por mis pecados?

¿Tú realmente quieres?
¿Tú realmente me quieres?
¿Tú realmente me quieres muerto,
o vivo para vivir una mentira?



Las promesas que hicimos no bastaron,
Las oraciones que rezamos fueron como una droga.
Los secretos que entregamos nunca los conocimos.
El amor tuvimos... Tuvimos que dejarlo marchar.



Díme qué destruirías para salvar una vida.
Díme qué destruirías para demostrar que tienes razón.
Choca, estréllate...
Quema, deja todo ardiendo.
Este huracán nos persigue por nuestro interior.



Este huracán...

30 seconds to mars - Hurricane

[Traducción distinta a la del video]        

ADVERTENCIA: videoclip SIN CENSURA. Contiene escenas de violencia y BDSM - Procurad verlo cuando no haya niños delante.

En la versión con Kanye West :


Dices que estás equivocado,
estás equivocado...
Tengo razón,
tengo razón...
Tú estás equivocado.
Peleamos.
Muy bien,
huyo de la luz,
huyo del día hacia la noche.
El suave silencio
define nuestro sufrimiento.
El desorden interior
sigue tratando de visitarme.
No importa cuánto nos esforcemos;
es demasiada historia.
Demasiadas notas malas
suenan en nuestra sinfonía.
Así que deja que respire,
deja que vuele,
déjala ir...
Deja que caiga,
deja que se estrelle,
que arda despacio,
y luego cede la palabra a Dios.
¡Oh, apela a Dios!



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